Hoy 8 de Marzo de 2010, ha ocurrido algo que los barceloneses no podemos observar regularmente y es una nevada de verdad, esperemos que no nos ocurra como la Navidad del año 1962 que nos dejó enclaustrados en casa varios días con mas de un metro y medio de nieve en las calles, ah ¡¡¡, el día que yo nací, el 18 de Febrero de 1942, también nevó, lo digo por referencias porqué yo no lo pude apreciar bién, mi padre llevó a mi madre completamente embarazada a casa de mis abuelos para que yo naciera allí por las calles llenas de nieve, no sé como se atrevió............hoy, durante la nevada he salido al balcón de mi casa y he hecho una foto a la Rambla completamente desprovista de circulación y unos doe centímetros de nieve. Para completar ésta historia de nieve, voy a incluir una foto de mi amigo MiQuel Segura que es conductor de autobús en l´Hospitalet de Llobregat, al lado de su autobús inmovilizado esperando que escampe
LA CRISIS EPISTOLAR DE SÁNCHEZ
Hace 6 meses
3 comentarios:
Realmente fue impresionante y la verdad es que muy chulo a pesar de sus inconvenientes. Teniendo en cuenta que pasa cada 20 años y que no ha habido daños personales pues que "coi" ha valido la pena !!! :-)
Besos
Pues yo me fui de casa , al lado de la tuya, con nieve inapreciable y no fue hasta las 16:15' en L'Hospitalet que me quede bloqueado más de tres horas sin moverme porque era peligroso. Así que gracias por mostrarme la Rambla como quedó
Sobre las 20.00 y con el asesoramiento de los bomberos empecé a mover el vehículo y poco a poco me fui a cocheras.
Por cierto, ya veo que hasta el día que naciste ya empezabas a hacer de las tuyas....
Pues yo estoy contentísima de que la nieve se haya fundido ya, aunque me gustó que nevase tanto porque Judit pudo ver lo que era la nieve por primera vez en su vida e incluso hace un muñeco de nieve en la terraza (de hecho, el muñeco lo hice yo porque ella decía que estaba muy fría...). La nieve, para la montaña: no estamos preparados aquí para ella. Y si no, mira las consecuencias que ha tenido la puñetera nevada, especialmente en Girona.
Me alegro de haber leído que no le pasara nada a Miquel: pensé en él, con el autobús patinando... qué miedo!
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