Como cosa curiosa y que nunca más he visto en otro tocadiscos, recuerdo que mis padres, hace ya muchos años, compraron un tocadiscos portátil de marca EKTOR que tenía una particularidad que yo he llegado a utilizar en una única ocasión en un baile que organizamos en un salón del "Orfeó Gracienc" y en las casas de mis amigos, algún domingo por la tarde es que además de las velocidades habituales de los discos de vinilo como eran 33, 45 y 78 (los de piedra) revoluciones por minuto, tenía la de 16 2/3 rpm. con lo que se conseguía una duración doble que en los normales de 33, no sé si en detrimento de la calidad musical (yo no lo notaba), como todos llevábamos discos de casa, alguien trajo varios discos con ésta extraña velocidad, ha sido la única vez que los he visto (y usado).
Como en Internet no he hallado ninguna foto del tocadiscos EKTOR, he cogido una de otro que también compramos (me parece que mi hermano Jordi) de marca DUAL, en la que se puede ver el variador de velocidad tal como he dicho antes, estuvo mucho tiempo en casa. Actualmente ya hemos adquirido tocadiscos con cápsula magnética de mucha más calidad, sobretodo porqué la fuerza de apoyo sobre el disco es de 1 o 2 gramos muy diferente de los piezoeléctricos que tenían más de 10 gramos con el consecuente desgaste que provocaban en los vinilos.
2 comentarios:
Papa, hoy en día casi nadie compra tocadiscos de aguja!!!
Sólo unos cuántos aficionados!
Si está ya casi fuera de mercado el CD, imagina el vinilo! Y yo nunca he notado las diferencias de calidad sonora entre un CD y un vinilo: en todo caso, siempre he oído peor los vinilos debido a las rayas... pero los puristas dirán que lo mío no es normal!
A mí me gusta, a veces escuchar mis discos "antidiluvianos" de vinilo, lo que ocurre es que actualmente los amplificadores comerciales que existen en el mercado ya no tienen entrada para tocadiscos y yo he tenido que fabricarme un preamplificador estéreo para aplicarlo a la entrada de mi Harmann Kardón y así, poder oirlos
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