Hace ya muchos años que tuve que ir a la ciudad albaceteña de Hellín para hacer una reparación y me ocurrió un percance no muy grave pero que me obligó a estar en ayunas bastante tiempo. Pasó que perdí el monedero de plata donde llevaba el dinero, se trataba de un monedero de mi padre que era de malla de plata y que yo, apreciaba mucho, de hecho, fuí bastante tonto porqué no me hubiera costado nada explicar el hecho en la Clínica donde trabajaba y seguro que me hubieran sacado del apuro, menos mal que la empresa donde trabajaba, nos compraba un billete quilométrico de 3000 Km, o sea que por esta parte, tenía el regreso a casa asegurado. De regreso a Barcelona, había que coger un tren (Ferrobús), hasta la estación de Chinchilla para hacer trasbordo a un expreso que pasaba procedente de Cartagena hasta Valencia y de allí, a Barcelona con otro tren. En Chinchilla, recuerdo que el transbordo lo tenía que hacer muchas horas después, y tenía frío, mucho frío, estaba solo en la estación y había un hogar apagado, me fuí a las vías y estuve recogiendo todo el combustible que encontraba, trozos de madera, papeles e incluso algunos trozos de carbón semi-quemado procedente de alguna locomotora de vapor , encendí el fuego y al rato, vino el Jefe de Estación que me invitó a ir con él a su despacho, y allí estuve esperando el otro tren...........y.......FIN
Estación de Chinchilla