Aunque a día de hoy no
creo que quede mucha gente que se acuerde de nada relacionado con la mili, voy
a explicar coses de ella.
Como mi novia vivía en
Madrid, me presenté voluntario en aviación en Alcalá de Henares, cerquita de la
capital, para así poder verla a menudo. En aquella época hacer la mili era
obligatorio, y recuerdo que me hice amigo de tres soldados compañeros de
promoción: sus nombres eran Marino García Izquierdo, Justino Elvira Juárez y
Arquímedes (no recuerdo sus apellidos!). Los cuatro nos apodamos “Los Chuleras”
e íbamos siempre juntos.
Cuando faltaba poco para
licenciarnos, decidimos hacer un banderín (que, por cierto, dibujé yo) y que
imagino se encontrará en algún rincón de casa. Posiblemente aparecerá cualquier
día buscando otra cosa…
El banderín lo titulamos “Nazarenos”,
porque así nos llamaba el capitán Zamora cuando desfilábamos (“parecéis
nazarenos en procesión”, nos decía). Cuando terminamos el proyecto de banderín,
decidimos ir a Madrid para buscar una empresa donde lo confeccionasen. Un día
llegó Marino con el coche de su padre, un Fiat modelo “Balilla”, y nos subimos
los cuatro en él para ir a Madrid. Una vez solucionado el tema del banderín, decidimos
parar para cenar. En San Fernando de Henares había un asador a pie de
carretera. Allí, pedimos chuletas de cordero con all i oli, pan y vino, y
quedamos muy contentos… tal vez demasiado, porque al llegar a la base cantando
mientras subíamos por una cuesta, el cabo primero Seoane nos hizo pasar toda la
noche en cuerpo de guardia al ver nuestro estado. Además, nos mandó a rapar al
cero al día siguiente, aunque este último castigo nos fue perdonado por el
capitán Zamora, quien dijo “¡Que se rape Seoane!” (faltaban pocos días para
licenciarnos y raparnos al cero no nos hacía ninguna gracia).
Cuando hacíamos clase de
teórica, el profesor nos explicaba cómo funcionaban los fusiles, las bombas de
mano, etc. Luego, nos preguntaba a los soldados algo de lo que nos acababa de
explicar y, cuando alguien no sabía la respuesta nos pedía: “díselo tú,
Torrents”, o “díselo tú, Arquímedes”. El día de la jura de bandera estuvimos todo
el día con Rocío Dúrcal, quien incluso comió con nosotros en el cuartel.
Jura de bandera, 23-12-1963, con Rocío Dúrcal en Alcalá de Henares |
La verdad es que todos
los recuerdos que tengo de la mili son buenos… es raro, ¿verdad?